En Marhuenda y Navarro hemos incorporado una nueva técnica a nuestra clínica. Se trata del DSD: Digital Smile Desing. O lo que es lo mismo: diseño digital de sonrisas. En esencia, se trata de aplicar a la odontología todo el potencial del entorno digital. Algo que en Marhuenda y Navarro no podíamos ignorar.
Vamos a verlo con un ejemplo. Imaginemos un edificio. A nadie se le ocurre pensar que quien lo va a empezar no sabe bien lo que quiere: cuántas alturas tendrá, cuántas ventanas cada piso, qué peso soportará o qué cantidad de ladrillos habrá de utilizar. Es más ,ayudándose de un software concreto será capaz de visualizar el resultado aún antes de empezar a construir y, de ese modo, podrá corregir todo lo necesario o ajustar el proyecto al gusto del cliente.
Pues bien. Ahora, en la odontología moderna, ocurre lo mismo: disponemos de la herramienta necesaria para “diseñar sonrisas” del modo más eficaz. A través de aquélla podemos analizar todos los factores que inciden en la estética facial y, en concreto, en la estética dental de modo que somos capaces de presentar a nuestros pacientes una aproximación a lo que será el resultado de su tratamiento aún antes de haberlo comenzado. Todo gracias a la tecnología DSD.
¿En qué consiste? A grandes rasgos lo que hacemos es, a través del estudio de una serie de imágenes, obtener toda la información relacionada con los factores estéticos faciales y dentales del paciente y trabajar un proyecto virtual en el que comparamos lo que debería ser con lo que es. Es decir, superponemos imágenes de un contorno dental de tamaño y forma acordes a los parámetros más adecuados con la imagen dental actual. El paciente, de este modo, puede comenzar a ver cuál va a ser el resultado final. Después elaboramos una maqueta de escayola sobre un molde de la boca con los parámetros del proyecto virtual que el paciente puede probarse para, así, dar su opinión sobre todos aquéllos aspectos que considere oportunos.
El DSD es, por tanto, la herramienta de la que nos servimos para crear un “objetivo de sonrisa” Lo que conseguimos con DSD es que saber adónde vamos a llegar antes de haber comenzado. Así el paciente puede apreciar cuál va a ser el resultado aproximado antes de empezar el tratamiento. Y nosotros ganamos en precisión y en eficacia.
Por eso lo hemos incorporado a nuestra consulta.